La elección de un modelo cerámico está condicionada por
varios factores: emocionales, técnicos, económicos. Hay que equilibrar muy bien
entre los tres para hacer la elección adecuada y no tener sorpresas ni
dificultades. Estos tres factores pueden ser trasladados a estas cuestiones: lo
que quiero, lo que puedo y lo que debo. Esto es así: para empezar hay que mirar
lo emocional. El color y el brillo que me gusten, el diseño y los estilos (rústico,
mármoles, lisos, rojos, etc.). Esto es claramente LO QUE QUIERO. Por supuesto
que el límite lo pone el dinero y el precio del cerámico elegido debe estar al
alcance del comprador. Si es demasiado caro, por más que me guste mucho, no voy
a llegar. Acá estamos atrapados por LO QUE PUEDO, es decir, si puedo o no
gastar tanto. Finalmente hay que decidir en base al uso del material cuál es la
resistencia adecuada. Si me gusta un piso brillante, que tiene una dureza apta
para una vivienda pero lo necesito para un local comercial y el vendedor me
indica que es blando como para ese
uso, no debería comprarlo. Esto es entonces LO QUE DEBO, condicionante de orden
técnico que, de no elegir la resistencia adecuada, puede traer serios
problemas.-
Hay que lograr
entonces equilibrar el gusto, la capacidad de compra y las necesidades técnicas
de resistencia que el uso solicite. El mejor resumen para esto es LO QUE QUIERO,
LO QUE PUEDO y LO QUE DEBO. Probalo cuando compres cerámicos. Nunca falla.-
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