1) Aceptá la idea que es muy poco probable (y cuando decimos "muy poco" decimos "muuuuuuy poco") que encuentres el mismo piso que ya tenés colocado. Hay que pensar en otras posibilidades desde el primer momento. Son muy pocos los casos en los que se puede conseguir el mismo piso y, por ser de partidas diferentes y nuevos, se van a ver distintos.-
2) Frente a la realidad del punto uno hay que decidirse por estrategias de combinación que resulten adecuadas a tu gusto. No hay reglas absolutas.
- No busques que sean de la misma medida que las que ya están colocadas. No vas a poder hacer coincidir las líneas. Olvidate de la coincidencia geométrica.-
- No busques un color "parecido" con la inconsciente intención de encontrar el mismo. Vas a ver parecidos pero en realidad vos querés el mismo y no vas a encontrarlo.-
- DEJAR DE LADO TAMAÑO Y DISEÑO.
3) La mejor alternativa es buscar una combinación armoniosa que sea agradable y que te guste. Un contraste suave entre colores y texturas es siempre agradable. Se puede también jugar con una oposición destacada: piedra y madera, colores muy claros y muy oscuros o texturas diferentes.-
4) Con respecto al tamaño hay tres opciones:
- a) Poner un límite entre los dos pisos para marcar el fin de uno y el inicio de otro. Puede ser madera, otro cerámico o cortes de los dos pisos.
- b) Colocar el nuevo piso girado con respecto al viejo.
- c) Colocar uno a continuación del otro sin atender a la geometría de cada uno.
Y lo principal: no te tortures, no es tan grave. El piso es solo una parte del ambiente y si la combinación que logres es linda ¡¡¡las líneas no tienen que importarte!!!!