Alguna vez
cuando compraste cerámicos el vendedor te habló de “la partida”. Poco habrás
entendido. Vamos a aclararlo ya que hay que tener en cuenta algunos aspectos
importantes. La Partida es como el documento de identidad de la cerámica y nos
da sus cualidades para que sean compatibles en la colocación. Tené en cuenta
que las cerámicas al salir del horno son como las galletitas: no salen todas
idénticas y hay que hacer un agrupamiento para que todas estén parejas y no
haya diferencias.
La cerámica
indica en su caja los atributos técnicos que la caracterizan. En la imagen vas
a ver una caja de un modelo de cerámico cualquiera que marca:
Nombre de
la fábrica y contenido por caja en cantidad de placas y en metros cuadrados.
Modelo:
Nombre del modelo.
Calidad:
Indica la selección desde Primera (sin defectos), segunda, tercera (con
defectos de selección).
Dureza oUso: Indica la resistencia del esmalte de acuerdo a la escala PEI (de 1 a 5,
siendo 5 la más dura).
Tono: ¡Muy
importante! Es el indicador de la tonalidad de las placas que asegura que todas
son iguales. Si se mezclan tonos se puede ver una leve diferencia de tonalidad,
pero que es evidente una vez colocada, siendo del mismo color y modelo.
Calibre:
¡Importante también! Las placas del mismo calibre están dentro de un rango de
dimensión adecuado para colocar. Si bien no son idénticas, pueden tener un par
de milímetros de diferencia, están lo suficientemente calibradas para una
correcta colocación.
Partida: En
este caso se designa como partida a la fecha de fabricación para poder hacer un
seguimiento en caso de reclamos.
Las
cerámicas no son ni perfectas ni idénticas. Las normas de fabricación de
fábrica obliga a identificar (para primera calidad) Tono y Calibre garantizando
uniformidad de color (para que no se noten manchas) y de dimensión (para que no
haya varias medidas y se imposible colocar). Si se ponen cerámica de distintas partidas se
van a notar las diferencias de tonalidad y de tamaño de placas ¡Cuidado!
Tené en
cuenta cuando te entreguen tus cerámicos que sean del mismo tono y calibre para
evitar sorpresas ¡Controlá caja por caja! ¡Y exigile al colocador que lo haga
antes de colocar para verificar! No lleva tanto tiempo y, en caso de haber
diferencias, te ahorra un dolor de cabeza.-