¡Compré un saldo y me costó muy barato! ¿Estás seguro? Hay que ver si es conveniente. Los saldos son los "fondos" de partida de un modelo cerámico. Recuerdan que hemos hablado de tono y de calibre. Para que el color y el tamaño de las placas sea uniforme para una buena colocación es necesario que todas las cajas sean del mismo calibre y tono. ¿Por qué existen los saldos? Muy fácil. Cuando llega una reposición de modelos de fábrica son de una nueva horneada por lo que cambian tono y calibre. Esto hace que no se puedan mezclar las cajas que hay en stock con las que ingresan nuevas. Lo que los distribuidores hacen entonces es comercializarlas por separado como saldos aplicándoles un considerable descuento.-
Los saldos entonces son una oportunidad muy interesante siempre y cuando no te afecten las condiciones de
venta que, en general, son:
1) Los saldos son pequeños. Frecuentemente no superan los diez metros cuadrados. Si necesitás más no te sirven.
2) Los saldos son únicos. El saldo es ese y nada más que ese. Es decir que si necesitás más cantidad no vas encontrar. A menos que lleves de la nueva partida a precio normal y no coincidirá el tono.
3) Los saldos pueden tener defectos de varios tipos. Al ser el fondo del stock puede haber placas rotas o faltantes, partidas y tonos mezclados o segundas y primeras combinadas. Tené cuidado.
4) Los saldos no cuentan nunca con garantía de calidad (es lógico), reclamos ni devolución.
Es decir que es un buen negocio en precio pero malo en calidad. El saldo es más econónico pero a cuenta de las dificultades enumeradas. A veces ese tipo de opción puede ser útil si no hay problemas estéticos. Si tenés que hacer una colocación en un lugar importante (tu casa, un local) te recomendamos comprar cerámicos de primera. Ahora si no te preocupan las diferencia de tono, tenés la cantidad adecuada en el saldo y no te molesta alguna punta cortada entonces el saldo es para vos. Es como siempre sucede en las compras: todo depende de lo que necesites.-
