Ese maldito caño trae malas noticias para tus cerámicos.

Un caso que se repite a diario: tenés una pérdida en un caño y el plomero tiene que romper el piso o la pared (o ambos) para solucionarlo. Estás en problemas de plomería y agua. Pero no tanto. Lo de la pérdida se va a arreglar y se soluciona. Tu verdadero problema son los cerámicos que hay que colocar. ¡Pero no puede ser tan difícil!, decís. Imaginás que vas a un negocio que vende cerámicos, llevás un pedazo de muestra, el vendedor te da una caja y listo ¡a colocar y tapar la rotura! Si son nada más que cinco cerámicos...-
Nada más lejos de la realidad. Ya hemos hablado de esto en otras ocasiones. Los modelos cerámicos varían mucho por diversas razones y lo más probable, y acá va la primera mala noticia, es que el que vos tenés no lo encuentres. ¡Pero si lo puse hace cinco años! Si, pero el azar hace estas cosas. Por alguna razón la fábrica decidió no hacerlo más o el local no lo tiene entre sus productos y ya no lo podés encontrar.-
Salís entonces a buscarlo por la ciudad. Tenés la esperanza de encontrar alguno parecido pero no... vos querés que sea ese. Puede que justo diste con uno muy cercano, ponés la muestra al lado y pasa desapercibido. pero hay más malas noticias: la medida no tiene nada que ver. Es más grande o más chico. No sirve. Si tenés la enorme suerte de encontrar el mismo modelo, después de recorrer diez locales, la mala noticia es que no es de la misma partida y ¡¡¡¡cambia el tono!!!!
No busques más. Ni siquiera empieces. Gastas tiempo, combustible y serenidad. La recomendación es que, si no tenés placas guardadas, le digas al albañil que haga un pequeño alisado de cemento tonalizado con ferrite buscando el color del piso y cuando puedas cambias el piso. Te lo decimos por tu salud.-

Alto tránsito.

Es increíble como la gente dice "alto tránsito" con tanta facilidad. Parece ser que les otorga aires de sabiduría y les dicen a los vendedores "¡quiero un piso de alto tránsito"! Ya hemos hablado del peso del auto, de la resistencia a la abrasión,  de mucha gente caminando y del uso de los ambientes. Los pisos se eligen de acuerdo a qué vamos a hacer en ellos y cuánto vamos a caminar. Alto tránsito implica MUCHA GENTE CAMINANDO MUCHO TIEMPO. ¿Un dormitorio, necesita un piso de alto tránsito? ¡Evidentemente no! No hay mucha gente caminando mucho tiempo por lo tanto no merece un piso de esas características. Claro que a veces algunos, entre tozudos y orgullosos, aseguran que igualmente quieren que su dormitorio tenga piso de alto tránsito. Y es en estos casos donde los vendedores, pillos ellos, muestran un piso que sin ser alto tránsito se presenta como tal. Acá hay un punto que no falla. Los pisos que responden a esa denominación son mucho más costosos y es natural que así sea ya que los esmaltes de buena calidad y resistencia son inevitablemente más costosos.-
A veces los vendedores cansados de escuchar la exigencia infundada te muestran cualquier cerámico y te dicen que es muuuuy resistente. Otras veces cuando te dicen el precio el comprador queda espantado ya que sus cálculos no iban tan arriba. Buscá un piso adecuado al uso. Y escuchá a los que saben.-

Pensar en el conjunto.

Habitualmente se eligen los componentes de una ambiente de manera individual y se valoran estéticamente de forma separada. Compramos el piso de la cocina, después el cerámico de la pared y la guarda. le llega el turno a los muebles y la mesada. ¿Y la pintura? Juntar todo no siempre entrega grandes resultados. La clave está en pensar todo en conjunto. Imaginar cómo va a ser ese ambiente y cómo lo vamos a componer para ir adquiriendo todos las partes que lo componen de manera que haya una guía estética que nos mande.-
Si vamos a hacer un estar minimalista usemos pisos de porcelanato pulidos y muebles de cristal y acero ¡No de algarrobo! Los detalles marcan la diferencia pero el conjunto es el que guía la composición. ¡Hasta las cortinas son parte de él!
Y si no miren el baño que les mostramos acá ¡Esa es una idea de conjunto! (Aunque no parezca demasiado lindo...)