Hemos hablado desde hace años acerca del gastado de los pisos. Acá en este blog o en cualquier espacio orientado a hablar de pisos. Y no solo pisos cerámicos o porcelanatos como es nuestra especialidad. Hablamos de todos los pisos, sean del material que sean. El uso los lastima y desgasta como es natural y esperable. Pero para que ese desgaste suceda hay ciertas reglas que nos dan idea de la forma en la que los pisos van a sufrir.-
En principio digamos que lo más cruel para el piso es el lugar de frenado. Cuando caminamos estamos ejerciendo un efecto de fricción similar a una lija pero cuando frenamos y detenemos la marcha este efecto se acentúa. Nuestros pasos van haciendo fisuras ínfimas e imperceptibles en la superficie del piso (en el caso de los cerámicos en los esmaltes) y cuando dejamos de caminar el gesto de detener el pie para parar hace que esas microfisuras sean aún más grandes. Digamos entonces que para los pisos caminar es menos nocivo que frenar. Hagan este ejercicio: entren a un local comercial algo antiguo con cerámicos y vean el piso. Van a poder leer un mapa del uso del mismo dibujado por el gastado. En las zonas de frenado por el uso se notará que las placas han perdido su brillo o hasta ha llegado a salirse el esmalte. En general estas zonas de frenado son la puerta de acceso y salida, el mostrador o el sector de caja. Los espacios de circulación no se verán tan afectados. El movimiento del público es más azaroso y el desgaste se reparte más en una superficie mayor. Ahora... donde hay un lugar específico para detenerse habrá un mayor sufrimiento.-
Estas normas de desgaste se ven también en algunas cocinas familiares antiguas que también dibujan en el piso su uso. La cocina es un lugar de trabajo con áreas de frenado fácilmente identificables: pileta, mesadas y horno son puntos en los que el calzado "lijará" el esmalte del cerámico provocando su desgaste. En otros ambientes del hogar hay menos lugares donde nos detenemos con frecuencia o permanecemos sentados sin movernos ni frenar. El desgaste es naturalmente menor por una cuestión de uso.-
Como siempre hemos dicho la elección del piso cerámico está directamente ligado al desgaste del mismo por lo que es en estos espacios que tenemos que elegir materiales de esmaltes más duros y resistentes. Cuanto más frenamos, más gastamos. A tenerlo muy en cuenta.-
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