1) No encontramos el mismo modelo: en los cerámicos los modelos varían con mucha velocidad. Hay algunos que las fábricas discontinúan por no ser exitosos o son importados y una vez agotados ¡son inconseguibles!
2) No son del mismo tono o calibre: si tenés la suerte de encontrar el mismo lo más común es que sean (naturalmente por el paso del tiempo) de otro tono y presenten diferencias de color y/o de otro calibre y presenten diferencias de dimensión. Cuando los vas a colocar ¡son más grandes o más chicos! y, encima se notan de distinta tonalidad.
Se rompió el caño ¿Qué hago con los cerámicos? |
4) Encontrás uno "parecido": claro que parecido... no es igual. Uno busca "ese" cerámico y poner uno parecido implica que se note la diferencia ¡y queda feo!
Si el lugar no es importante y no es tu casa se puede aceptar pero cuando lo estético pesa no hay solución posible frente a una reposición de este tipo. Te va a pasar que vas a caminar y recorrer para encontrarlo, vas a gastar dinero en las placas y en la mano de obra ¡y no va a quedar para nada bien! Se va a notar el "parche" y en verdad no solucionaste nada.-
En estos casos sugerimos: NO TRATES DE BUSCAR EL MISMO CERÁMICO. Directamente tapá los rotos con cemento blanco teñido del color del cerámico para hacer un arreglo provisorio. Cuando puedas, un mes, dos, o lo que sea cambiá todo y renová tu casa que se lo merece. ¡NO BUSQUES "EL MISMO" PORQUE ES CASI IMPOSIBLE QUE LO ENCUENTRES! Es el mejor consejo que te podemos dar.-
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