lunes, 4 de julio de 2016

El opinador inútil.

Cuando compramos algo que es costoso, vamos a usar cotidianamente y por mucho tiempo y está condicionado por una elección estética nos asustamos un poco. Lo que hacemos entonces es recurrir a un asesor que nos de una mano y un consejo. A veces suma. Otras es un contrapeso enorme. La cuestión es que te des cuenta. Son los opinadores, una raza de personas que en el mundo de los cerámicos siempre están presentes. Hay varios tipos (¡tomémoslo con un poco de humor!):
1) El opinador colocador decorativo: no tiene la más mínima formación estética pero, de tanto colocar, alguna idea sacó. Te sugiere combinaciones y guardas pero trata de no complicarse mucho cuando te entusiasmás con placas giradas y guardas dobles. Patina cuando lo apurás en combinaciones atrevidas.-
2) El opinador colocador técnico: es consiente de su desconocimiento en decoración pero se cree ingeniero nuclear. Mira las placas de costado, las golpea, hasta le pasa la lengua. No se sabe muy bien para qué pero da la impresión de ser un auténtico conocedor casi místico.-
3) El opinador pariente: alguna vez le colocaron un piso en su casa y con eso solo ya cree que tiene toda la experiencia del mundo. Te muestra modelos que pasás por alto porque son horribles, hace preguntas y comentarios obvios ("¿es de primera? porque la primera es mejor") o te cuenta cuando el colocador se equivocó en su casa como si a vos te importase. Lo bueno es que al rato se aburre y sale a tomar aire.-
4) El opinador arquitecto: este es muy bravo. Es un profesional respetable, pero no tiene la verdad revelada. Te muestra composiciones que te parecen espantosas pero ¿cómo le decís que no te gusta? Propone cosas insólitas, casi artísticas. Al rato te preguntás para qué lo trajiste.-
5) El opinador negativo: Puede ser tu suegra/o, un amigo, tu propia madre/padre. Lo que si a tooooodo le va a encontrar un problema. Que es grande, que es chico, que es difícil de limpiar, que "cansa", que... ¡basta!!!! ¡¡¡Algo bueno decime!!!-
Hay más, por supuesto. Lo terrible es que los pobres vendedores tienen que aguantarlos a todos. A veces también hay vendedores que son opinadores, inútiles es cierto. Lo importante es que te dejes llevar por lo que te guste y vayas a una empresa en la que te asesoren correctamente y te atiendan con ganas y buena onda. Nadie mejor que vos para opinar de tu propia casa.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario